Echar y Andar

El cuerpo de las mujeres en este país es un territorio herido y marcado por la violencia. La cotidianidad y sus dinámicas sociales han llegado a niveles irracionales de incoherencia. La violencia sexual en contra de las niñas (niñas bebés incluso), adolescentes, mujeres jóvenes y mujeres adultas es una realidad sistemática que ha sido normalizada y perpetuada.

Las estadísticas evidencian que la situación de Guatemala es crítica. El riesgo, el peligro y el abuso han formado parte del día a día. Sin embargo, esta verdad ha sido silenciada e invisibilizada a largo del tiempo. En general, la población le resta importancia y menosprecia estos temas, dando a entender un rechazo ante los esfuerzos por reconocerlos y atenderlos.

Las condiciones que permiten una vida digna continúan estancadas. No hay un sistema que garantice la protección ni la reparación de las niñas y mujeres guatemaltecas y cada año la realidad es más hostil.

En respuesta a la apatía, la indiferencia, la impunidad y la normalización, se esparcen las primeras semillas de este proyecto que busca crecer para que la verdad sea visible, sea escuchada, sea atendida y sea ¡REPARADA!